Es probable que en el futuro se pueda viajar al pasado, pero no como se ve en algunas películas o novelas de ciencia ficción, ni recurriendo a naves o a complicadas máquinas del tiempo, sino recurriendo a algo mucho más complejo todavía; en realidad, recurriendo a lo más complejo que existe en el universo conocido: nuestro cerebro.
A continuación se muestran algunos afiches o avisos publicitarios de películas, series de televisión o novelas que tratan sobre el tan deseado viaje en el tiempo:
Retomando el tema, para poder “viajar al pasado” usando nuestro cerebro, es necesario que se cumplan los siguientes requisitos:
Que el cerebro almacene todos los recuerdos y vivencias que tenemos a lo largo de nuestra vida, todas las sensaciones que nos llegan a través de nuestros cinco sentidos, osea todas las imágenes, sonidos, olores, sabores y lo que percibimos con el sentido del tacto.
Que toda esta información permanezca almacenada allí y no se pierda con el paso de los años. No he encontrado resultados de alguna investigación que haya demostrado rigurosamente que esto es cierto. Lo que sí he encontrado son afirmaciones, sin ningún peso científico, de que el cerebro no sólo recuerda toda nuestra vida, sino también los sucesos de nuestras vidas anteriores; osea estoy hablando de la reencarnación.
Que se logre encontrar algún medio para sacar a la luz todos estos recuerdos, ya sea mediante la hipnosis, alguna droga, alguna intervención quirúrgica en el cerebro o algún otro medio, desconocido actualmente.
Que estos recuerdos sacados a la luz se puedan recordar luego de terminada la acción que hizo posible que afloraran. De lo contrario, sería como si nunca hubieran ocurrido y estaríamos igual que al principio.
Mucho se especula sobre lo que se podrá hacer en el futuro pero, a veces, las expectativas no se materializan, como es el caso de la exploración especial. Cuando el hombre llegó a la Luna en 1969, muchos afirmaron que el hombre llegaría a Marte para el año 2000. Y otras veces, increíblemente, la realidad superó a las predicciones, como es el caso de las telecomunicaciones y los teléfonos celulares.
Del mismo modo, en lo que concierne a la investigación del cerebro, el desarrollo de sus posibilidades podría ir por caminos de los que ahora ni siquiera sospechamos.
REFERENCIAS: Para el artículo: Ninguna. Para las fotos: Internet.