Corrían los años de la guerra fría y se realizaba el campeonato mundial de ajedrez, entre el campeón Anatoly Karpov y el retador Victor Korchnoi, ambos compatriotas rusos.
Pero Korchnoi era un disidente, que había escapado a los Países Bajos, aprovechando su participación en un torneo realizado en Amsterdam en 1976, siendo el primer gran maestro soviético que desertó.
Viktor Korchnoi
Este campeonato mundial se realizó en la ciudad de Baguio, Filipinas, en 1978. Fue una contienda que puso a prueba la sangre fría de los contrincantes; duró ciento diez días (se han cambiado las reglas y actualmente ya no es posible que un encuentro de este tipo dure tanto) y los jugadores terminaron con los nervios destrozados. Hubo un hipnotizador, rayos x para las sillas, gafas con espejos, reclamos y suspicacias de todo tipo.
Aparte de la presión psicológica a la que normalmente se ven sometidos los jugadores en los torneos del deporte ciencia, existía el hecho de que la esposa e hijo de Korchnoi todavía se encontraban en Rusia, sin poder salir, por la negativa de su gobierno. Korchnoi pensaba que ganando el campeonato podría ejercer mayor presión al gobierno de su país para que permitan la ansiada salida de su familia; incluso les había enviado una carta abierta con tal fin. Por su parte, Karpov tenía encima la responsabilidad adicional de que esto no ocurriera pues los gobernantes rusos podrían quedar en una situación incómoda
Tablero de ajedrez con sus 32 piezas
Al principio, parecía que Karpov ganaría fácilmente, consiguió una gran ventaja, pero después, increíblemente, Korchnoi ganó tres de cuatro partidas consecutivas, logrando empatar a 5 victorias cada uno. En la última partida Korchnoi se jugaba el todo por el todo. La partida se desarrolló más o menos pareja y se aplazó para el día siguiente. Como es costumbre en estos casos, Karpov entregó su última jugaba en sobre cerrado. Pero en realidad, la partida no estaba pareja. Karpov tenía ventaja. Al día siguiente, y luego de unas pocas jugadas, Korchnoi, con lágrimas en los ojos, tuvo que admitir su derrota. Inmediatamente Karpov envió un escueto telegrama al entonces gobernante de la URSS Leonid Brezhnev, el que contenía sólo dos palabras: “misión cumplida”.
Por fin, en 1982, Korchnoi logró reunirse con su familia. Eligió Suiza como lugar de residencia. Korchnoi siguió participando en torneos de ajedrez de primer nivel hasta pasados sus 80 años de edad. Muy pocos jugadores han logrado realizar esta hazaña a una edad tan avanzada. Falleció en 2016, a los 85 años.
REFERENCIAS: Periódicos de la época e internet (Ajedrez 12).