Esta novela consta de un prólogo y siete capítulos. Puedes encontrarlos en este mismo blog.
CAPITULO IV: El Parque de las Leyendas
Al día siguiente, jueves, tenemos a nuestros protagonistas, luego de sus clases, conversando sobre a dónde ir, al cine o al Parque de las Leyendas. Tenían un periódico donde podían ver la cartelera y así poder elegir la película. Pero había mucha indecisión. Una de las películas que estaban dando era la famosísima “Historia de Amor”, con Ryan O’Neal y Ali MacGraw. Pero no se decidían. En un momento Isaura dijo: “vamos al cine”, y Erasmo le preguntó por qué, a lo que ella respondió: “porque tú quieres ir al cine”. Terminaron decidiendo por ir al Parque de las Leyendas, ese domingo.
Poster de la película Historia de Amor
El Parque de las Leyendas es un inmenso parque zoológico, que también tiene amplias áreas verdes para que las familias puedan ir a pasar el domingo o cualquier otro día, con muchos juegos mecánicos para los niños. Prácticamente no existe limeño que no haya ido a ese parque, porque es lo más adecuado que hay para pasar un sábado o un domingo en familia. Erasmo iba a recoger a Isaura a su casa a las doce del mediodía. Pero no conocía su casa, así que acordaron que esa noche Erasmo la acompañaría para saber cómo llegar.
El Parque de las Leyendas
Como se ha mencionado, hacía falta tomar dos buses para llegar a la casa de Isaura. Cuando se bajaron del primer bus, tenían que cruzar la avenida Abancay (una avenida muy transitada) para llegar al paradero del segundo bus, pero Erasmo se quedó un poco atrás, y como ya los carros se les venían encima, Isaura lo jaló del brazo y cruzaron la pista a toda carrera. Tomaron el bus y al bajarse, todavía había que caminar un poco. Erasmo conoció la casa de Isaura pero no entró. Se despidieron hasta el domingo.
La avenida Abancay, Lima, Perú
El domingo Erasmo se prestó una correa de su hermano menor, porque la suya no le gustaba mucho. Estaba llevando una grabadora con cassett, con música clásica, de Beethoven y Chopin, para escucharlo en el parque. Salió temprano, porque de su casa a la de Isaura era una hora de viaje. Cuando tocó la puerta de su casa Isaura ya estaba lista. Salió, tomaron el bus y luego, también de una hora de viaje, llegaron al parque. Erasmo pagó las entradas y se pusieron en la cola para ingresar.
Pero hacía un día magnífico, y no sólo para ellos que, como ya hemos visto, cualquier día era magnífico, siempre que estuvieran juntos. Hacía un día magnífico para todos, pues era uno de esos rarísimos días de invierno en que el sol salió e iluminaba y alegraba el ambiente, ya de por sí alegre. Nuestra pareja se mezcló con las familias que también entraban al parque; se escuchaba la alegre risa de los niños, siempre ilusionados por venir a este parque.
Día de sol en el Parque de las Leyendas
Y como si todo esto fuera poco, se escuchaba en el ambiente la música que emitían potentes parlantes instalados por la administración del parque. Justo en el momento que traspasaban la puerta de ingreso estaban tocando “Tú en mi vida”, de Roberto Carlos. Bellísima canción que se convertiría en su “canción de enamorados”. Poco tiempo después Erasmo sabría que Isaura era hincha acérrima de Roberto Carlos; era su cantante favorito. Pero la letra de esta canción resultaría premonitoria.
El cantante Roberto Carlos
Erasmo pensó “si mi tía Lucha me viera”. Es que, cuando era un niñito, había ido tantas veces a ese parque con toda la familia y a la que más recordaba era a su tía Lucha. Y ahora regresaba, pero ya no con la familia, sino con una mujer, y qué mujer!, la más bella que se pueda encontrar; eso era Isaura para Erasmo.
Entraron a la zona de la “Selva” (el parque tiene tres zonas, costa, sierra y selva) que es la que tiene la mayor cantidad de animales. Entre ellos había una nutria, que tenía una franja circular de agua donde podía sumergirse. La nutria entraba al agua y asomaba la cabeza y se sumergía y volvía a asomar la cabeza y volvía a sumergirse. Isaura se permitió hacerle una broma a Erasmo, le dijo que la nutria asomaba la cabeza, lo miraba a él (a Erasmo), se asustaba y por eso se sumergía de nuevo.
Nutria en el Parque de las Leyendas
Erasmo tenía dinero en su bolsillo pero, por increíble que parezca, no tenía ni la más mínima idea de a dónde llevar a Isaura. Es que, la experiencia de Erasmo con las mujeres era casi nula. Luego de conversar un poco más, emprendieron el camino de regreso. Erasmo dejó a Isaura en su casa temprano; apenas eran un poco más de las cinco de la tarde.
El siguiente miércoles, después de las clases, ya de noche, estando en la universidad, Erasmo sorprendió a Isaura regalándole un disco de Roberto Carlos, con la canción que estaban tocando cuando ingresaban al Parque de las Leyendas, “Tú en mi vida”. Isaura lo recibió muy contenta (para variar). El disco estaba envuelto en un papel de regalo con dibujos de corazoncitos y Erasmo le dijo “es un regalo con mucho corazón”.
Dos días después, el viernes, se fueron al cine. Iban a ver la película “Taxi Driver”, con Robert de Niro y Jodie Foster. El cine quedaba un poco cerca de la casa de Erasmo, osea bastante lejos de la casa de Isaura. La película aburrió a Isaura, incluso en un momento le dijo a Erasmo “buenas noches” y se acomodó como para dormir; pero a Erasmo, muy aficionado al cine, le parecía imperdonable abandonar la sala antes de que la película termine. En realidad ni siquiera lo pensó. Por fin la película terminó y se fueron al paradero a esperar el bus.
Pero justo esa noche el bus se demoró una eternidad. Isaura estaba preocupada porque iba a llegar bien tarde a su casa y créanlo o no, en su casa no tenían teléfono (ni se soñaba todavía con los celulares), así que no tenía manera de avisar a su familia para que no se preocupara. Por fin llegó el bus, y luego de casi una hora de viaje se bajaron. Todavía tenían que caminar un trecho más o menos largo y ya eran más de las diez y media. Isaura estaba un poco fuera de sí, acusando a Erasmo por la tardanza y éste le respondía; pero no era una verdadera pelea. Los dos estaban demasiado enamorados para que las cosas pasaran a mayores. Finalmente llegaron a cuadra y media de su casa e Isaura pudo ver a su mamá, su hermana y su novio, en la calle, desesperados, esperando y mirando a ver si llegaba la hija faltante. Isaura le dijo a Erasmo que mejor se despidieran ahí no más, cosa que hicieron e Isaura avanzó sola los últimos metros. Erasmo se encaminó a su casa. Ya eran casi las once de la noche.
Poster de la película Taxi Driver